Cuando alguien menciona Oceanía, lo primero que viene a la mente es Australia con sus canguros o Nueva Zelanda con sus paisajes de película. Pero este continente, aunque desconocido para el gran público, es mucho más que eso. Hay islas paradisíacas, países exóticos y rincones increíbles que pocos exploran. Si quieres sentirte un verdadero aventurero y escapar de lo típico, aquí van tres destinos en Oceanía que te harán olvidar los koalas y los hobbits.
¿Estás pensando en viajar a Oceanía? Pues son varias cosas las que tienes que conocer. Se trata de un continente único, muy diferente al nuestro y con sus peculiaridades. Te dejamos por aquí este post en el que te contamos algunas cosas que pensamos que te van a ayudar en tus próximas vacaciones.
4 destinos en Oceanía para explorar (sin pisar Australia ni Nueva Zelanda)
Cuando pensamos en Oceanía, nuestra mente vuela directamente a Australia o Nueva Zelanda. Pero este rincón del mundo es mucho más que esos dos gigantes turísticos. Si te apetece una aventura diferente y un poco más fuera del radar, aquí te dejo cuatro destinos que te harán querer hacer la maleta ya mismo.
Islas Fiyi: donde la realidad parece un salvapantallas
Si alguna vez has soñado con playas de arena blanca, agua turquesa y palmeras inclinadas en el ángulo perfecto para la foto, Fiyi es tu destino. Pero más allá de parecer sacado de una postal, este archipiélago tiene mucho que ofrecer. Puedes hacer snorkel entre arrecifes de coral, explorar cascadas escondidas o aprender a bailar el meke, una danza tradicional que te hará sentirte parte de la cultura local (aunque tus movimientos sean un desastre). Y lo mejor es que los fiyianos son tan hospitalarios que te harán sentir como en casa desde el primer «Bula!».
Palaos: el paraíso submarino definitivo
El segundo de los destinos en Oceanía, uno de nuestros favoritos. Si crees que ya has visto aguas cristalinas, es porque aún no has estado en Palaos. Este pequeño país insular en el Pacífico occidental es un sueño para los amantes del buceo y el snorkel. Sus aguas esconden auténticas maravillas: desde jardines de coral multicolor hasta lagunas llenas de medusas inofensivas con las que puedes nadar sin miedo.
Pero no todo es vida marina. En tierra firme, Palaos tiene selvas exuberantes, cascadas escondidas y una gastronomía que mezcla influencias asiáticas y polinesias. Además, es uno de los países más comprometidos con la conservación del medio ambiente, así que cada visita ayuda a proteger este paraíso.
Vanuatu: volcanes, tradiciones y un salto de vértigo
Vanuatu es otro archipiélago lleno de sorpresas. ¿Quieres ver un volcán en erupción de cerca? Aquí puedes hacerlo en el Monte Yasur, uno de los volcanes más accesibles del mundo. La sensación de ver lava incandescente explotando a pocos metros es inolvidable.
Si prefieres algo menos explosivo pero igual de emocionante, puedes probar el «land diving» en la isla de Pentecostés. Se trata del salto con lianas que inspiró el bungee jumping. Sí, saltar desde una torre con solo unas enredaderas atadas a los tobillos no suena como el plan más seguro del mundo, pero es una tradición impresionante de ver.
Vanuatu también es hogar de tribus con culturas fascinantes, playas espectaculares y un ambiente relajado que hace que cualquiera quiera quedarse más tiempo del planeado.
Samoa: naturaleza salvaje y hospitalidad sin igual
Cerramos nuestros destinos en Oceanía favoritos. Samoa es ideal para quienes buscan playas perfectas sin hordas de turistas. Sus paisajes combinan montañas cubiertas de selva, cascadas impresionantes y piscinas naturales como la famosa To Sua Ocean Trench, un agujero gigante de agua turquesa donde puedes nadar rodeado de acantilados.
Pero lo mejor de Samoa no es solo su belleza natural, sino su gente. Los samoanos son increíblemente hospitalarios y mantienen vivas sus tradiciones, desde la danza hasta la comida cocinada bajo tierra en un horno de piedras. Es un lugar donde puedes desconectar por completo y sentirte parte de una cultura única.
Como has podido ver, Oceanía tiene mucho más que ofrecer aparte de Australia y Nueva Zelanda. Estos tres destinos son solo el comienzo de un continente lleno de maravillas poco exploradas. Si buscas aventuras fuera de lo común, empieza a hacer las maletas y pon rumbo a alguno de estos tesoros escondidos.